Te encontré una
noche de verano
en este ir y venir de peregrino,
fuiste cual luz de luna llena y clara,
que me borró las sombras del camino.
En el otoño que sin
querer me llega
y planifica y marca mi destino,
eres amigo, compañero, apoyo...
para seguir la ruta de mi sino.
Cuando subo el
Somport,
Ruesta, Undués o El Cebreiro,
me pesa la carga de los años.
Con gusto llevo la
cansera
pensando en llegar a la escalera
y subir hasta el final de sus peldaños.
@ Germán Herranz Rillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario