A Molina de Aragón



 
   Tú, Molina de Aragón
siempre y siempre caballera
porque en eso de hidalguía
sabes ser siempre primera

   Tú me vistes al nacer,
tú me verás cuando muera
que así lo tengo rogado
al que todo se le ruega.

   Y si acaso alguna parca
lejos de tí se me lleva,
que me lleven hasta tí
y que en tu seno me metan.

   Y que lloren las campanas
de la torre de mi aldea
lo mismo que me cantaron
el día que yo naciera.

   Siempre quiero estar contigo
pero siempre me lo niega
ese destino infalible
que donde quiere me lleva.

   Por Navarra, Vascongadas,
por Cataluña o Valencia,
Aragón, Galicia, Asturias,
por León o por Pucela

   Por esos trozos de España
que ya no caben mas quejas
por la sangra derramada
que tantos huérfanos deja.

   Tú, Molina de Aragón,
la de la paz mas entera,
la de las gentes sufridas,
la de las noches mas frescas.

   Gentes que dan su sudor
en la siega y en la era,
en el monte y la majada,
en el barbecho y la siembra.

   La que le extiende sus brazos
al peregrino que llega
y le ofrece su remanso
sin pedirle nada a cuenta.

   Tú, que duermes en los brazos
de no boyante riqueza,
has de saber que este hijo
desde lejos te venera.

   Que el día que te dije adiós
llevándome una maleta
ese día lloré de rabia,
de dolor y de tristeza.

   De esto hace ya muchos años
mas por mas año que hiciera
no dejas mi pensamiento
ni aún un minuto siquiera.

   Molina la del castillo,
la del giraldo y la vega,
la del río de cangrejos,
la de industria maderera.

   La de almacenes de trigo
que de recuerdo se quedan
donde cantaban los carros
con muchos caíces a cuestas.

   Yo, te visito en verano
y marcharme no quisiera
por que tú Molina eres:
"Algo muy grande, mi tierra"

          Germán Herranz Rillo



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